LA
HISTORIA DE MI ABUELA
Mi
abuela vivía en una choza que por abajo era de piedra y por arriba de pasto en
el Cortijo los Alburejos desde los 6 años, ya que se tuvo que ir a vivir allí a
causa de que sus padres trabajaban de
caseros(en la actualidad los llamamos criados), allí cuidaba de sus hermanas,
una de ellas recién nacida, ayudaba a limpiar la casa y preparaba la comida
para sus padres, sus 4 hermanos y su abuela. Todo esto empezó siendo algunas
horas o algunos días, pero cuando sus
padres empezaron a trabajar desde las 6 de la mañana hasta la 1 de la madrugada
junto a su segundo hijo. A partir de los 12 años empezó a hacer todas las
tareas nombradas anteriormente todos los días, teniendo que coger la comida del
huerto con su hermana recién nacida en brazos ya que todavía no existían los
carros. Ella no podía ir a dar un paseo por Medina, donde vivía su abuela,
porque tenía que cuidar de sus hermanas, ni tampoco podía estudiar. Al
principio, iba un maestro a darles clase al campo pero dejo de estudiar porque
tenía que llevar la casa. Siempre que iba a Medina la tenía que llevar su
hermano montada en una bici.
Cuando había fiesta su abuela, que era la que
la vigilaba cuando estaba en Medina, la dejaba salir si era con sus primas y no
permitía que se les acercara ningún niño a acompañarlas a la puerta de su casa.
Como muy tarde se podían quedar hasta las nueve de la noche, cuando hoy en día
si es una fiesta te dejan hasta la madrugada.
Tenía
que lavar la ropa en un lebrillo ya que en ese tiempo no había lavadoras. En el
poco tiempo que tenía para jugar, lo hacía con una muñeca de trapo, hecha por
ella, o si estaba con más niñas jugaban a la rueda San Miguel, ni comparación
con los juegos de ahora (la nintendo, la PSP, el ordenador, las barbies…)
Su
ropa era hecha a mano, su madre le compraba la tela y le hacía los vestidos.
Tenía dos vestidos, uno para estar por casa y otro para salir de paseo, y a lo
mejor le hacía otro para ir de medio-luto, eso era un vestido al que se le
ponía algo característico en negro, como unos lunares o un lazo, cuando algún
familiar suyo se moría. Hoy en día tenemos el armario lleno de ropa y nos
quejamos por tener poca, llegando a tener un conjunto diferente para cada día cuando
antiguamente solo tenían 2.
A
los 16 años conoció a mi abuelo, él tenía 23 años, en aquel entonces era típico
pedir a una niña ir a dar un paseo como muestra de que está interesado en ella,
cuando lamentablemente, hoy en día, lo hacemos por internet o empezando por
‘irse de rollo’. Mi abuela solo podía venir a Medina cada 21 días así y
mientras tanto mi abuelo se iba al cine para no aburrirse. Al principio salía
mi abuela, mi abuela, su prima y el ‘amigo’ de su prima, para que su madre no
se enterara, pero al enterarse le costó afrontarlo pero lo razonó. Para
razonarlo tuvo que ir mi abuelo a casa de mi abuela a los Alburejos a pedir su
mano. Una vez que su madre aceptó a mi abuelo, él iba a verla a su casa porque
ella no podía ir tanto tiempo a Medina. Mi abuela salía con mi abuelo y también
con su hermana, para que estuvieran solo ‘pelando la pava’ (palabras textuales
de mi abuela). Actualmente, no hace falta que el novio vaya a pedirle la mano
pero se sigue haciendo lo de ir con otra pareja, no porque su madre no se
entere, sino para pasar menos vergüenza.
Mi
abuela se casó a los 24 años , cuando ahora lo normal son entre los 28-30 años,
se vino a vivir a Medina. No tuvo estudios ya que después de cuidar la casa de
sus padres, tuvo que cuidar la suya. Cuando mi abuelo trabajaba en Cádiz, él se
quedaba allí desde la mitad de la semana, asique mientras mi abuela se iba a
los Alburejos , ya con dos hijas, a cuidar de sus padres, sus hijas y por un
tiempo de sus sobrinos, porque su hermano tuvo que ir a Madrid a operarse. Hoy
en día no hace falta ir tan lejos, ya que hay más hospitales. Cuando mi abuelo
volvía ella venia a medina de vuelta con sus dos hijas para hacerle de comer,
lavarle la ropa etc. Él se iba los sábados otra vez, asique mi abuela se volvía
a los Alburejos. En aquel entonces no había maletas, asique volvía con una bolsa donde metía la ropa.
En
conclusión, las cosas han cambiado mucho en dos generaciones, hoy en día no
hace falta trabajar desde tan pequeña y lo normal es que estudies. Las cosas
seguirán cambiando y evolucionando, aunque no estemos aquí eternamente para
verlo. Personalmente, no me imagino que
la sociedad pueda evolucionar más pero obviamente lo hará. Vemos como
antiguamente las niñas pequeñas trabajaban en sus casas como vemos ahora que lo
hacen nuestras madres, sin tener mucha vida social, ya que tenían que
comportarse como personas mayores