Malala Yousafzai es una joven de
16 años que sobrevivió de un intento de asesinato de los talibanes. A los 10
años ella vivía en Swat con su padre, en aquel entonces los talibanes empezaron
con el terrorismo, asesinando a personas, destruyendo escuelas, peluquerías…,
quemando televisores e incluso prohibiendo que las niñas fueran a la escuela.
Muchas personas estaban en contra de esto, pero les daba miedo rebelarse ya que
las amenazas eran muy grandes, muy pocos se atrevieron a hablar en voz alta
defendiendo sus derechos, y uno de ellos fue su padre. Y ella le siguió.
Ella prefería ser doctora, en
cambio su padre estaba a favor de la política, ya que empleándola bien sirve
para cambiar el mundo. Pero a medida que pasaba el tiempo ella se dio cuenta
que el gobierno no hacía nada, asique pensó en meterse en la política. Quiere
ser política, pero también líder, no solo por ella, sino por las personas
asesinadas y por las niñas que no pueden ir a la escuela, para unir a las
personas y ver la igualdad y la justicia entre todos. Malala actúa en defensa
de la educación, este suceso la ha hecho madurar, aunque ya lo fuera antes.
Ella piensa que Dios ha hecho posible que ella siga viva y que ha sido él el
que no quería que muriera.
Malala es una joven envidiable, que
tras pasar por ese momento en el que ves como vas a morir sigue adelante, con
mucha más fuerza. Ella no será una de las típicas personas que se esconden en
su casa con miedo, sino que lucharán una y otra vez por la igualdad y por la
desaparición de los talibanes. No abandonará su causa y luchará hasta que
pueda. Ella lucha por la educación de los niños y niñas del mañana y por muy
joven que sea ha demostrado tener mucha más cabeza y responsabilidad que una
persona que le doble la edad.
En conclusión, ella nos demuestra
su voluntad y que merece la pena luchar todo lo que puedas por algo que
realmente merece la pena y del cual deseas que se cumpla a tu manera.
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