LA VIDA DE MI ABUELA.
Mi abuela Dolores
nació en 1933 en un pueblo llamado Ubrique, su familia era adinerada ya que
tenían un negocio de piel y una ferretería, Ubrique es conocida actualmente por
su gran calidad en las pieles. Años después, cuando mi abuela tenía unos 16
años, los negocios se vinieron abajo por lo que ella y su familia se trasladaron a
Cádiz. La infancia de mi abuela no fue nada dura ya que su
familia tenía dinero por lo que ella no tenía que trabajar, además solo eran
dos hermanas y ella era la más chica de las dos por lo que en ningún momento
tuvo que cuidar de ella.
Durante su
estancia en Ubrique estuvo yendo al colegio hasta los 12 años, ya que en su
pueblo era la única enseñanza que había por lo que si quería seguir estudiando
debería salir fuera de allí. Mi abuela no continuó con sus estudios porque su
padre no la dejó, ya que al ser una niña según él no era tan importante
estudiar ya que por aquellos entonces las mujeres apenas trabajaban, si no que
sobrevivían a base de sus maridos.
Cuando mi
abuela tenía 6 años y su hermana 8 se divertían jugando en la calles son otros
niños de edades próximas. A ella le encantaba colgar un columpio de una reja de
una acera a otra y columpiarse allí durante horas. Se lavaban la cara con el
agua de lluvia que recogían en una palangana en la azotea porque su madre decía
que era bueno para el cutis y para despejarse ya que estaba muy fría, incluso a
veces tenían que darle un golpe para romper la escarcha que se había formado en
su superficie. A ellas les encantaban el chocolate, que traían de contrabando
ya que en esa época apenas había chocolate.
Mi abuela
recuerda una anécdota un tanto especial de su infancia: tenían unos vecinos,
cuya madre daba dinero a los niños de la calle si se dejaban pegar por su hijo,
ella ofrecía “una perra chica”, que era una parte de una peseta.
La ropa cuando
era niña era la típica ropa de los años cuarenta. Como la familia antes de
arruinarse tenía dinero pues era una ropa buena (trajes, lazos en el pelo,
bolsitos de piel, etc.) y se solían peinar con trenzas. Cuando se vinieron a
Cádiz la ropa eran más pobre y de luto por la muerte de su padre ya que este murió años después de trasladarse a Cádiz.
Cuando mi
abuela tenía 16 años se trasladaron a Cádiz ya que se arruinaron debido a los
negocios. Allí vivieron en una casa que tenía dos habitaciones, una para dormir
y la otra donde se encontraba la sala de estar y la cocina. Mi abuela empezó a
trabajar en el OCASO, primero en el economato, que era una especie de tienda a
la que iban a comprar las personas que eran socias y por lo tanto tenían los
precios más baratos. Más tarde pasó a ocuparse de la parte de empezó donde la
gente cambiaba objetos por dinero y por último a la parte de los seguros por
defunción. Allí conoció a mi abuelo con 19 años y se casó 4 años más tarde el
último día del año, 31 de diciembre.
Durante su
juventud antes de conocer a mi abuelo, salía a dar paseos a las 5 ó 6 de la
tarde junto a otras muchachas que pertenecían a un grupo de la Falange, que era
el único partido político que había durante la época de Franco. Allí aprendían
a coser, a poner vendas, a llevar la economía de una casa, etc. La familia de
mi abuela era muy religiosa por lo que iban todos los días a misa, cosa que sigue haciendo hoy en día.
Más tarde,
cuando conoció a mi abuelo, ambos iban a pasear y cuando la economía lo
permitía se tomaban algo en un bar. La madre de mí abuela aceptó desde un
principio la relación ya que como su esposo había fallecido esta quería un
hombre para sacar a delante a sus hijas. Una vez casados se fueron a vivir a un
piso bajo de una casa en la calle Sopranis en el Barrio de Santa María en
Cádiz, esta era muy oscura y húmeda, y del váter más de una vez salía una rata.
Allí nació mi padre, el primero de cuatro hermanos, y vivieron allí durante
unos 4 años. Durante esa época, mi abuela asegura que no fue nada feliz ya que
le deprimía donde vivía. Pero más tarde, los negocios de mi abuelo fueron bastante bien por lo que este empezó a ganar mucho dinero.
Bajo mi punto
de vista, la infancia y juventud de la época de mi abuela ha variado mucho en
relación a la nuestra ya que antes lo imprescindible era trabajar mientras
tanto, ahora es estudiar cosa que antes era algo secundario. Además ahora las
mujeres pueden vivir por si solas, cosa que antes la gente no veía capaz. Me
alegro mucho de este cambio durante estas generaciones ya que así podemos
conseguir un mundo más igualitario.
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