sábado, 9 de noviembre de 2013

Las mujeres de las generaciones anteriores, nuestras madres y abuelas estaban calladas por la represión de la dictadura, obligadas a quedarse en su hogar por las ideas machistas de la época, humilladas por la iglesia católica que las condenaba social y laboralmente, todo ello en esa época de la que llamamos franquismo. Cuarenta o cincuenta años atrás las mujeres no tenían poder judicial propio, que la patria potestad de los hijos era exclusiva del “cabeza de familia”, que no podían trabajar, ni viajar sin el permiso del marido, que no eran consideradas intelectualmente, y eran tratadas por las instituciones como “ciudadanos de tercera”, tanto a nivel laboral, como social y familiar; que no tenían más opciones “decentes” que dedicarse a “sus labores”, a la crianza de los hijos, hacer de comer, limpiar la casa y a muy poco más... Por ejemplo Antes el adulterio femenino era delito penal, castigado con pena de cárcel, aun habiéndose producido una sola vez. Lo increíble, era que el adulterio masculino no tenía pena alguna, aun siendo cometido en varias ocasiones.....Esto ocurría hace unos 40 o 50 años, aunque parezca increíble , no hace tantos siglos como pensamos, afortunadamente cambiamos a mejor y ya vivimos en una sociedad mas igualitaria que antes, pero no aun como debería ser, justa y equitativa.

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